domingo, 5 de abril de 2009

Las rubias escotadas dan más compasión

Para no dejar solo a Pancho, que se quejaba de nuestra inacción, decidí llenar el insomnio con algún aporte.

Grande fue mi sorpresa cuando fui a mirar las entradas anteriores en busca de inspiración y descubrí que la imagen que teníamos de El día que la tierra se detuvo poco tenía que ver con lo que habíamos presenciado ayer.

Pancho, cuando colgó la foto, no había visto la película y tuvo que elegir de unos 38 posters que figuran en IMBd. A simple vista las imágenes no parecen tan distintas, el robot que a todos nos fascinó no deja de aparecer en ninguna, creo. Pero lo notable es "la chica".

Salvo en una o dos, en las demás imágenes promocionales de la película, no hay rastros de la joven - madre - viuda - secretaria - recatada (salvo que critiquemos algunas, por envidia, el dejar todas las noches al pequeño Bobby para andar por ahí con el noviete ese...) y, last but not least, morocha co-protagonista...



Por lo visto las rubias escotadas y en problemas son más dramáticas y conmueven más; es decir, funcionan mejor para producir patetismo y llevar gente a las salas de cine que las morochas tapaditas. La pregunta es por qué, si esto lo sabían los publicistas, no intervinieron antes para crear en la película una situación con rubia y con escote. O al menos con morocha y con escote, como en este otro poster, mentiroso a medias.


Podemos suponer, entonces, que a principios de los años 50 el marketing no tenía el (súper)poder actual de intervenir en las etapas creativas de las películas. Pero también nos damos cuenta de que no tenían mucho problema en mentir descaradamente, como aquí, presentando una imagen publicitaria que jamás vería el espectador de la película, inocentemente atrapado por sus anzuelos mediáticos...

Más allá de rubias o morochas, en realidad se ve que lo más llamativo de la película a lo largo de los años fue siempre el metálico ¿Gork? ¿Gorp? ¿Cómo era el nombre? ¿Y quién se acuerda de las palabras que había que decirle para frenar su proyecto de destruir la Tierra? No deberíamos olvidarlas, por las dudas, aunque no seamos rubias escotadas...

7 comentarios:

  1. Vaya uno a saber por qué, no puedo ver las imágenes de Julia. Probaré desde casa más tarde.

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  2. Gracias, Julia, por el aporte, en nombre de todos.
    Ahí arreglé unos pequeños líos que había con las imágenes (espero que esta disposición se pareciera a la que imaginabas).
    ¡Muy bueno eso de los afiches en varios idiomas y todos con blondes avec gigantesque escottes!
    Salutti a tutti y hasta el tercer hombre (es decir, Marcelo en mayo).

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  3. Gracias, Pancho por arreglar todo ese lío. Prometo portarme bien, la próxima!

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  4. No sé si xq es lunes o será mi computadora: ahora veo las fotos. No sólo noto a la rubia, al robot se lo aprecia bastante más delgado que en la película. Será verdad lo que dice Su Giménez, que la cámara engorda?

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  5. Es verdad, Santi! Es mucho más ágil y menos mastodóntico...

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  6. A juzgar por los vestidos y las poses de la rubia -siempre en manos del robot-, creo que la idea, más que "dar compasión" era buscar que el público masculino le quisiera "dar con pasión"...
    Habría que ver para la época pero creo que posiblemente algo de esa cosa sexual esté presente en la película (escenas con el robot hacia el final, ella encerrada sola con el extraterrestre en el ascensor, etc).
    ¿O será que yo tengo la idea fija?

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  7. No, por supuesto, Pampliega. Usted podrá tener la idea fija, pero sin duda esa era la idea de tanto escote y tanta rubia desgreñada...

    Se ve que los publicitas notaron la tensión sexual de las escenas que usted recuerda, pero creyeron que había que darle un empujoncito más ¿y qué mejor para eso que una rubia tetona en apuros, no?

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